Carabela portuguesa
Entre los animales peligrosos del mar tenemos a la popular carabela portuguesa, también conocida como fragata portuguesa o falsa medusa. Su nombre científico es Physalia physalis y suele asociarse con las medusas por su aspecto gelatinoso, pues ambas pertenecen al filo Cnidaria. A pesar de no tener cerebro y de tener una morfología simple, se trata de una compleja asociación colonial, un conjunto de animales, con un sorprendente sistema de defensa que involucra un potente veneno. La picadura de carabela portuguesa en personas puede provocar desde pequeñas lesiones hasta un shock anafiláctico, lo que puede acabar provocando la muerte.
Te invitamos a leer este artículo de BIOenciclopedia para conocer más sobre las características de la carabela portuguesa, dónde vive, su alimentación y su picadura, entre más detalles.
Qué es una carabela portuguesa y su taxonomía
Este animal, también llamado fragata portuguesa o Physalia physalis, es muy particular, porque en realidad no se trata de un solo animal, sino de una colonia formada por varios individuos llamados zooides, organizados para dividir actividades para mantener a todo el conjunto con vida. A menudo se le confunde con una medusa, aunque no es tan extraño porque pertenecen al mismo filo de los cnidarios, y por esta razón también se conoce como falsa medusa. No obstante, las carabelas portuguesas son hidrozoos, no medusas.
En concreto, la taxonomía de la carabela portuguesa es la siguiente:
- Dominio: Eukarya. Aquí puedes leer sobre la Célula eucariota: qué es, características y sus partes.
- Reino: Animalia o reino animal. En este enlace puedes aprender sobre el Reino Animalia: características, clasificación y ejemplos.
- Filo: Cnidaria
- Clase: Hydrozoa
- Orden: Siphonophora
- Familia: Physaliidae
- Género: Physalia
- Especie: Physalis
Características de la carabela portuguesa
- Sobre el agua se observa el flotador de 30 centímetros llamado neumatóforo, es como un saco lleno de gas. Es una estructura transparente de color azul. El borde está comprimido y coloreado de rosa, azul o púrpura, formando una estructura similar a una vela de barco que le sirve para ser transportada por el viento. Esto es indispensable para su desplazamiento porque no tiene capacidad de nado activo y depende completamente del viento. Esta bolsa de aire está llena de aire para poder flotar, y se compone de nitrógeno, oxígeno y argón.
- En la base del flotador están los se encuentran los zooides responsables de la reproducción.
- Del flotador cuelgan zooides organizados en forma de tentáculos de hasta 50 m, aunque suelen rondar los 10, pero que prácticamente son invisibles por el color transparente.
- Los tentáculos están revestidos por nematocistos, células especializadas con un filamento que sale ante cualquier estímulo, para engancharse en el objeto externo e inyectar veneno neurotóxico que se acumula dentro de la cápsula de dicha célula.
- Su picadura puede ser muy dolorosa para los humanos y, en casos raros, potencialmente peligrosa.
- Los zooides que forman estos tentáculos sirven para capturar las presas que les sirven de alimento y se les llama gastrozoides, mientras tienen otros similares para defensa llamados dactilozoides.
- Esta colonia de animales está formada por individuos que no tienen cerebro.
- Se desplaza a la deriva, transportada por las corrientes marinas y los vientos.
- La falsa medusa se reproduce sexualmente y asexualmente.
La picadura de la carabela portuguesa
La picadura de carabela portuguesa es muy dolorosa, y puede provocar desde lesiones pequeñas y leves hasta un estado de coma y la muerte. Por tanto, puede llegar a ser muy peligrosa, aunque esto depende de diversos factores y en la mayoría de las ocasiones no reviste mucha gravedad.
Síntomas de la picadura de la carabela portuguesa
Los síntomas pueden durar desde un par de horas hasta varios días. Entre estos están:
- Quemazón.
- Hinchazón.
- Enrojecimiento.
- Vesículas, ampollas o ronchas que pueden durar pocos días o hasta semanas.
- Problemas para respirar.
- Hipotermia.
- Náuseas.
- Ralentización del ritmo cardíaco.
- Si se complica, puede causar coma y fallecimiento.
Esto será determinado por la cantidad de piquetes recibidos, qué tan profundo han llegado los nematocistos y si entraron o no al torrente sanguíneo o los nervios, y también por la condición de la persona. Los niños son más propensos a cuadros complejos por su tamaño pequeño. Además, si queda la herida abierta pueden alojarse bacterias oportunistas y provocar una infección que complica el cuadro de salud.
Para evitar estos riesgos, está completamente desaconsejado tocar las carabelas portuguesas, aunque parezcan muertas, ya que una vez muertas sus células pueden seguir picando por un tiempo. No son agresivas, pero su sistema se activa ante cualquier roce.
Qué hacer en caso de picadura de carabela portuguesa
- Sal del agua para evitar que te siga picando.
- Lava la herida. Para ello lo mejor es usar agua de mar tibia o caliente, alcohol o vinagre. No hay que usar agua dulce porque activa más la toxina y agrava los síntomas.
- Acude a urgencias. Dirígete al centro de salud más próximo que encuentres porque la atención médica es muy necesaria.
Dónde vive la carabela portuguesa
Se le encuentra en las aguas tropicales del océano Atlántico, Pacífico e Índico, así como en mares propios de esos océanos como son el Mediterráneo, el Caribe y el de los Sargazos.
Dado que solamente flota, es común encontrarla varada en las costas empujada por el viento. Solamente se observa el flotador y con los tentáculos transparentes imperceptibles. Aun cuando parezca muerta sobre la playa, no hay que tocarlas porque los nematocistos se mantienen todavía activos por muchas horas.
Alimentación de la carabela portuguesa
Se alimenta principalmente de anchoas y peces pequeños, complementando con camarones, crustáceos, y plancton. Para capturarlos utiliza sus tentáculos formados por gastrozoides, en donde usan los cnidocitos y el veneno para aniquilar a las presas que cruzan cerca de él. No son depredadores activos, sino que solamente esperan a sus presas. Los tentáculos son tan largos que tienen un amplio rango en la columna de agua para obtener suficiente alimento.
Bajo el flotador está la cavidad gástrica, donde la comida es digerida con ayuda de enzimas. Esta llega ahí por la boca individual de cada gastrozoide. No tienen aparato excretor, así que lo que no se pudo digerido se expulsa por las mismas bocas.
Reproducción de la carabela portuguesa
Los zooides encargados de la reproducción sexual se llaman gonozoides y dentro tienen los gametos femeninos o masculinos. Cada colonia es de un sexo en particular. En el otoño, los gonozides se abren y liberan las células reproductoras al agua para que se lleve a cabo la fertilización, que es de tipo externa.
El resultado de esta fecundación será una larva, que poco a poco irá creciendo para formar la colonia. Primero se forma el flotador, después los tentáculos alimentadores. Comienza bajo el agua, hasta que el flotador gana suficiente tamaño como para subir a la superficie.
También pueden reproducirse de forma asexual, concretamente, usando el proceso de gemación. En la gemación se forma una gema o yema en el individuo adulto, que empieza a crecer y formar más partes hasta acabar siendo un individuo nuevo que se suelta.
Curiosidades de la carabela portuguesa
- Tiene una peculiar capacidad regenerativa en sus tejidos.
- El principal depredador es el caracol marino violeta o Janthina janthina, y ocasionalmente también se alimentan de él percebes, tortugas marinas, el nudibranquio dragón azul Glaucus atlanticus, y cangrejos suelen consumir los que quedan varados.
- Tienen receptores sencillos de temperatura y tacto para detectar lo que pasa en su entorno.
- Es de las especies más primitivas de cnidarios, porque la fase de pólipo y medusa no está muy diferenciada, como sí se puede observar en las medusas verdaderas.
Ahora que ya conoces con más profundidad a la carabela portuguesa, también te pueden interesar estos otros artículos de animales sobre la Avispa de mar y los Ctenóforos: características y ejemplos.
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- Fotheringham, N., Rothschild, S. B. (2004). Beachcomber's Guide to Gulf Coast Marine Life: Texas, Louisiana, Mississippi, Alabama, and Florida. Estados Unidos: Taylor Trade Pub.
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