Lince ibérico o Lynx pardinus

• Tiene largas orejas puntiagudas con una terminación como de pincel negro.
• También cuenta con largas patillas a los lados de su rostro.
• Tiene un hermoso pelaje que le ayuda a camuflajearse fácilmente, de color pardo con motas negras. En la punta de la cola tiene un mechón negro.
• Llega a vivir unos trece años.
• El peso del lince ibérico es de trece kilos los machos adultos y nueve kilos las hembras adultas.
• Es un felino silvestre, de tamaño más grande que el gato. Mide de 80 a 100 centímetros de largo. Sin embargo, dentro de los linces, el tamaño del lince ibérico es catalogado como lince de talla pequeña. De alto, puede medir entre 36 y 55 centímetros.

Como su nombre lo dice, son endémicos de la región ibérica. En orden decreciente de ejemplares, podemos encontrarlos en Andalucía, en Andújar-Cerdeña, Guarrizas, Doñana-Aljarafe, Guadalmellato, y Sierra Norte; en Castilla La-Mancha, en Montes de Toledo; en la Sierra Morena Occidental y en la Sierra Morena Oriental; en Extremadura en Matachel, en Ortigas, en Valdecañas/Ibores y en Valdecigüeñas.

• Sus hábitos son solitarios, no anda en manada.
• Son muy territoriales y defienden vigorosamente su territorio contra otros del mismo sexo.
• Son animales noctunos, ya que su actividad empieza al atardecer.
• La única temporada del año en que se vuelve sociable es cuando entra en celo.

El lince ibérico tiene una característica especial: es el único carnívoro especializado en la caza de conejos, con un 90% de tal alimentación especializada en lagomorfos. Una pequeña fracción de su alimentación la complementa con plantas. Es tanto carnívoro como herbívoro, ya que ha desarrollado esa capacidad para enfrentar su sobrevivencia. También suele alimentarse de perdices, pequeños mamíferos y algunas aves.

• Se muestra en celo durante los meses de enero y febrero. En esta época se forman pequeñas manadas que intentarán emparejarse para reproducirse.
• Macho y hembra elaboran una madriguera con ramas y hojas secas, en donde la hembra dará a luz después de setenta días de haberse iniciado la gestación.
• Normalmente tienen dos crías, y más raramente una o cuatro. Si la hembra va a parir por primera vez, le es necesario contar con un territorio propio, de otra forma no se reproducirá.

• Es el único animal especializado en cazar conejos.
• En su ambiente natural, él es el mayor depredador y está en lo más alto de la cadena alimenticia, pues no permite que entren a su territorio otros animales que no sean conejos. Te puede interesar este artículo sobre la Cadena trófica: qué es y ejemplos.
• No se reproduce si antes no cuenta con un territorio que considere propio.
• No le gustan los bosques en donde hay eucalipto o pinos.

El lince ibérico enfrenta diversas amenazas. Una de ellas es la disminución de su hábitat natural, tanto por incendios forestales, como por las construcciones urbanas que van diezmando los bosques naturales en los que vive. Otra amenaza que es triste, es su único depredador: el hombre. El ser humano no deja de cazarlo ilegalmente y ello daña continuamente su población. También se ve afectado por atropellamientos en las carreteras, además de enfermedades que no le pueden ser tratadas.

Los esfuerzos que hacen los gobiernos regionales en España para protegerlo en parques cuidados, ha brindado tan buenos resultados que el lince ibérico no sólo está recuperando el número positivo de ejemplares, sino que su crecimiento poblacional se mira próspero. Para lograr esto se le han brindado zonas de bosque mediterráneo, con muchos matorrales y alejadas de la actividad humana. Son zonas que pueden medir unos diez kilómetros cuadrados en promedio. El cuidado que se ha puesto en ello está redituando en una clara recuperación poblacional.

Por todo lo anterior, está catalogado por la Lista Roja de Especies Amenazadas como en estado vulnerable a desaparecer. Si te preguntas cuántos linces ibéricos quedan, tienes que saber que en 2023 la población del lince ibérico en la Península Ibérica era de 1.365 ejemplares y que en ese año su población creció un veinte por ciento más que en años anteriores.

Afectan a su estabilidad diversos factores de muy diversa índole. Entre las amenazas del lince ibérico está, de entrada, la disminución de su hábitat natural. A éste lo dañan sobre todo, los incendios forestales que año con año destruyen grandes extensiones boscosas y por ende, el hábitat del lince ibérico.

El estado de conservación del lince ibérico es complejo, pues no todo depende de los proyectos que diseñe el gobierno al respecto. Por ejemplo, para que un lince ibérico hembra pueda reproducirse por primera vez, necesita un territorio que considere como propio, y eso sólo ocurre cuando otra hembra muere. Entonces resulta difícil asignarle una porción de territorio a cada hembra para que se sientan en libertad de reproducirse. De cualquier forma, la labor de los parques regionales es importante para revertir esta situación: veamos el ejemplo del lince ibérico en Doñana, que ha aumentado el número de sus ejemplares y el censo de 2022 dice que ya había 108 linces, superando por primera vez en mucho tiempo, el centenar de este hermoso felino.

Ahora que ya tienes más información sobre el lince ibérico, también te pueden interesar estos artículos sobre los Tipos de lobos y Tipos de zorros.

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