Caballito del diablo

• Los caballitos del diablo son todos aquellos odonatos que pertenecen al suborden Zygoptera, y a su vez, al orden Odonata. También, son artrópodos de la clase Insecta.
• Tienen 4 alas de la misma longitud, a diferencia de las libélulas que son de tamaños diferentes. Estas alas son membranosas y reticuladas, que pueden ser transparentes o con color, dependiendo de la especie.
• El cuerpo es muy alargado y delgado, formado por 10 segmentos.
• Tienen tres pares de patas, seis patas en total, lo que los clasifica también dentro del grupo de los insectos. Estas patas penden del primer segmento corporal y, si bien son animales principalmente voladores, estas les sirven para sostenerse sobre las hojas y desplazarse sobre el suelo.
• Los ojos son muy grandes y están proyectados hacia los lados.
• Los hay de colores diferentes, con azul cielo como el más frecuente, pero también ejemplares de otros colores como el café, negro rojizo, verde limón o metálico.
• Sobre la cabeza tienen un par de antenas de funciones sensoriales. Otro rasgo que los clasifica dentro del grupo de insectos.

Vive asociado a cuerpos de agua dulce, ya sean, por ejemplo, lagos o ríos por los que sobrevuelan. Nunca los hay en mares u océanos, así que si se encuentra algún caballito del diablo sobrevolando, sabremos que hay agua dulce cerca.

Sobre esta preferencia de entorno, geográficamente se les puede encontrar por todo el planeta, pero exceptuando los polos. En cada zona, se encuentran especies diferentes.

Aunque parezca un etéreo animal, estos odonatos son en realidad depredadores. Se alimentan de insectos más pequeños, como pueden ser mosquitos, moscas, dípteros y toda clase de artrópodos pequeños. Incluso las etapas tempranas de desarrollo tienen este tipo de alimentación. Tienen piezas bucales adaptadas a este tipo de alimentación.

Cuando es temporada reproductiva, los caballitos del diablo suelen volar en grupos de varios individuos, y hay procesos complejos tanto de cortejo como de fecundación.

Hay dimorfismo sexual, con machos más grandes y más coloridos que las hembras, y estas diferencias forman parte del cortejo. En este proceso, los machos exhibirán sus brillantes colores, habilidades de vuelo y tamaño, que son muestras de que están sanos y capaces de dar buena descendencia a la hembra, con la finalidad de que ella los elija a ellos.

Cuando por fin se concreta la pareja, empieza la fecundación interna:

1. El macho transfiere un paquete de esperma de una primera abertura genital abdominal hacia sus órganos sexuales secundarios, que están en la base del abdomen.
2. Toma a la hembra por la cabeza con ayuda de un órgano copulador.
3. La hembra dobla su abdomen hacia atrás para que el esperma del macho pueda transferirse dentro de ella.

El resultado de la fecundación son los huevos, que serán puestos por la hembra sobre hojas que estén cerca del agua, haciendo pequeños cortes para introduciros dentro de ellas. También pueden colocarlos en el sustrato.

Una vez eclosionados los huevos, pasan por una metamorfosis, donde las ninfas son el estadio activo de alimentación, que también es de tipo depredadora. Estas ninfas son idénticas a los adultos, pero sin sistema reproductor desarrollado. Son completamente acuáticas y cazan su alimento bajo el agua, hasta que desarrollan alas para salir del agua y convertirse en adultos completamente terrestres, pero dependientes del agua por la importancia que tiene este medio para el desarrollo de su descendencia.

El caballito del diablo se compone de varias especies, variando el grado de conservación para cada una de ellas. Por otro lado, los zigópteros son más propensos a estar amenazados a desaparecer que las libélulas, porque el caballito del diablo tiene un rango de distribución más restringido haciéndole más difícil la supervivencia si hay amenazas.

Así pues, el suborden Zygoptera está amenazado directamente por la contaminación de los cuerpos de agua dulce que son indispensables para su desarrollo. A esto se relaciona también la construcción de presas artificiales y los cambios de rumbo de afluentes naturales, reduciendo su espacio necesario.

• En general, son más débiles que las libélulas, algo observable en su forma de vuelo, en el delgado cuerpo y tamaño pequeño.
• Son territoriales en cuanto a que defienden su espacio, y también cuando pelean entre machos por una hembra.
• Los odonatos, tanto caballitos del diablo como libélulas, son indicadores de ecosistemas en buenas condiciones.
• Forman un corazón cuando se reproducen, justo en el momento en que están unidos en la cópula para la fecundación interna.
• Los machos tienen colores más vivos que las hembras, y esto suele dificultar su identificación taxonómica.

Ahora que conoces mejor a los caballitos del diablo, te animamos a descubrir más sobre otros insectos, como la Mariposa y el Saltamontes.

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