Tortuga laúd

Esta tortuga tiene un caparazón que parece el reverso de un laúd: es triangular, tiene crestas verticales y es de color gris oscuro. Además, este caparazón es muy liso, de donde recibe el nombre de tortuga de cuero. Pero lo más sorprendente es que no es duro, sino que es de textura suave y gelatinosa con las placas óseas sumamente reducidas e imbuidas en dicho tejido.

Además del caparazón, esta tortuga se identifica porque tiene un pico en la mandíbula inferior y tres picos en la superior, que le dan aspecto de tener colmillos.

Son muy grandes: el caparazón mide de ancho 105 centímetros y de largo 180 centímetros. La distancia que hay de pata a pata es de hasta 2,5 metros de envergadura. En promedio pesan 300 kilos, y en casos extremos llegan a 640 kilos.

Vive siempre en aguas abiertas, con distribución cosmopolita en todos los mares, excepto en los polares. Hacen desplazamientos a largas distancias, y muchas veces son erráticos sin un punto final en la mira, guiándose esencialmente por la disponibilidad de alimento.

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Al borde de la mandíbula inferior tienen un filo, que les sirve para atrapar a su gelatinoso alimento. Dentro de su boca tiene muchas prolongaciones queratinizadas en forma de cono inverso (lo que podrían parecernos dientes pero no lo son) que también funcionan para retener a sus presas mientras expulsan el exceso de agua de la boca. Finalmente, los mencionados picos similares a colmillos también asisten en el agarre.

Se alimenta principalmente de medusas, pero complementa también con otros invertebrados marinos, como ascidias y urocordados, y a veces con algas marinas. Mientras capturan a estas presas pueden engullir a otros organismos asociados a ellos como son peces pequeños o crustáceos también de pocos centímetros.

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La hembra sale a tierra solamente para desovar, y lo hace específicamente en costas tropicales. Incluso la cópula toma lugar dentro del mar. La etapa sexual llega a los 10 años de edad y la frecuencia reproductiva de las hembras es de 4 años.

Las hembras salen durante la noche cuando hay menor riesgo de depredadores o perturbaciones que las molesten. Usan las patas de atrás para cavar el nido en la arena, donde coloca cerca de 85 huevos, para posteriormente taparlos.

56 días después los huevos estarán listos para eclosionar, y emergerán crías de apenas 6 centímetros de largo que tienen que llegar solas al mar. Son propensos a ser comidos por cangrejos, aves, mamíferos o tiburones, sin olvidar que el ser humano también suele depredar los huevos para consumirlos. Revisemos cuáles son otras amenazas de la tortuga laúd.

La tortuga laúd se encuentra catalogada por la Lista Roja de Especies Amenazadas como vulnerable a desaparecer, pues sus poblaciones están en descenso. Las amenazas varían según el lugar y la gravedad del impacto que tenga en las poblaciones.

• Por un lado, es muy común que las tortugas queden atrapadas incidentalmente en las redes de pesca. Esta es la principal causa que los podría empujar al peligro de extinción.
• También les afecta la degradación de su hábitat, por la construcción de hoteles, infraestructura y modificación de las playas, que terminan con los sitios de anidado. El alumbrado público en la noche causa desorientación en las tortugas marinas, atrayéndolas lejos de la costa hacia carreteras donde suelen ser atropelladas, ya que ellas se guían por la luz de la luna para volver al mar y confunden las luces artificiales con la de la luna.
• A esta degradación se relaciona también el cambio climático, que modifica las condiciones de su entorno a las que no podrán adaptarse a tiempo por la velocidad con las que están sucediendo.
• La contaminación por plástico en los mares es otro factor de amenaza grave. Confunden trozos de plásticos, como las bolsas, con su alimento principal, las medusas. La ingesta de plástico provoca asfixia y, otras muchas veces, la cavidad gástrica se llena sin alimento verdadero llevando a la muerte por inanición.

• La tortuga laúd es la única sobreviviente del género Dermochelys.
• Es la tortuga marina más grande de todas.
• Las crestas que tiene su caparazón le sirven para surcar el agua sin resistencia.
• Tiene las patas más largas de las tortugas marinas que son casi del largo del caparazón.
• Se ayudan del campo magnético para orientarse.
• Ayuda a mantener un equilibrio ecosistémico por su posición en la cadena trófica, reduciendo las explosiones de abundantes poblaciones de medusas que llegan a ser dañinas.
• Las hembras regresan al mismo lugar en donde desovaron en años pasados.
• El porcentaje de crías de tortuga que sobreviven en la carrera hacia el mar es muy bajo. La mayoría es depredada.
• Tienen una tasa metabólica particularmente rápida.
• Es la única tortuga marina sin caparazón duro.

Ahora que conoces mejor la tortuga laúd o de cuero, te animamos a descubrir otras especies, como la Tortuga caguama o boba.

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