Tortuga verde

• Aunque pudiera pensarse que se le llama tortuga verde por su color externo, la realidad es que su caparazón es marrón con manchas oscuras, y a veces con un tinte oliváceo. Más bien recibe el nombre común porque su grasa es de color verde, lo cual se debe a su alimentación.
• Tiene características muy particulares en su caparazón. Tiene 4 placas costales y la primera de ellas no se junta con la placa de la nuca, un par de escudetes prefrontales, y las escamas no están sobrepuestas. Esto puede ser un poco técnico, pero otra clave de identificación más sencilla está en el hocico. Su pico es corto, no en forma de águila como en otras tortugas marinas, lo que ayuda a diferenciarla, por ejemplo, de la tortuga carey con la que tiene mucho parecido.
• Al ver a la tortuga desde abajo su piel es blanca, y al verla por arriba es marrón o café, lo cual le ayuda a camuflarse con su entorno.
• Son tortugas marinas grandes, pues pueden llegar a medir hasta 1,6 metros de largo.

Es una tortuga completamente marina, adaptada a su entorno acuático. Esto se observa, por ejemplo, en sus patas, que carecen de uñas y tienen forma de remo, diferentes a las manos de tortugas terrestres.

Tiene distribución circunglobal por toda la franja tropical y subtropical. Son muy migratorias, con migraciones complejas en función de la disponibilidad de alimento y zonas para anidar. El momento de anidar es el único en el que salen del mar y se adentran en las playas para hacer sus nidos y luego volver al agua.

Su alimentación varía según el estadio del ciclo de vida en el que se encuentran. Cuando son juveniles son más carnívoras, alimentándose de crustáceos, moluscos, hidrozoos, medusas, equinodermos, esponjas, peces, insectos, y muchos animales más, además de complementar en poca medida con algas y pastos marinos.

Cuando son adultas cambian a una alimentación omnívora con tendencia hacia lo herbívoro. Gran parte de ellas son completamente herbívoras, y es aquí cuando la grasa comienza a volverse verde. Buscan pastos, algas rojas y verdes, lechuga de mar, mangles, entre otros.

• Su reproducción toma lugar entre junio y septiembre. Hacen largas migraciones cuando llega la temporada, viajando hasta 2.200 kilómetros de distancia. Tienen sitios muy particulares para reproducirse, y hay cerca de 80 países a los que llegan a anidar.
• La fecundación se da en el agua, y es interna con cópula entre macho y hembra.
• La hembra saldrá a la playa para poner sus huevos, pero para ello tiene que cavar primero el nido con ayuda de sus patas traseras, que mide 45 centímetros para poder alojar a los 200 huevos que pondrán. Una vez colocados los huevos, cubre el nido para dejarlo cubierto de arena.
• Se incuban por 2 meses, y pasado el tiempo las crías saldrán por sí mismas del nido. Esto sucede de noche para reducir el volumen de depredadores. Avanzan hacia el mar para comenzar su vida.
• Las hembras pueden retener el esperma para futuras puestas, porque en una temporada reproductiva ponen hasta 3 veces y cada 2 semanas. Eso sí, las hembras sólo se reproducen cada 2 o 4 años.

Esta especie está catalogada desde 1982 por la Lista Roja de Especies Amenazadas como en peligro de extinción, con tendencia en descenso especialmente en las últimas 3 generaciones. Esto se debe especialmente a que su carne y sus huevos se usan para consumo humano, con una sobreexplotación excesiva. Son cazadas para obtener la carne y los nidos son saqueados para venderlos en el mercado negro.

Por otro lado, la mortalidad ha aumentado por la degradación tanto de su hábitat acuático como de zonas de desove, especialmente por reducción de espacio y por contaminación directa, como ocurre con la problemática de los plásticos en el océano.

La urbanización tiene un gran efecto negativo en el camino de las crías hacia el mar. Ellas se sienten atraídas hacia la luz, porque la diferencia del cielo con la línea del mar es lo que les indica que hacia allá deben moverse para poder entrar al agua. Sin embargo, las luces brillantes de zonas pobladas tienen el mismo efecto en ellas, alejándose del mar y siendo propensas a atropellos.

Ante todo esto, actualmente están protegidas por organismos internacionales como la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, siendo ilegal su tráfico de individuos y de partes, así como también hay acciones localizadas tomadas por gobiernos de diferentes países para conservar las zonas de anidación. A pesar de esto, las poblaciones siguen en descenso y con una alta probabilidad de desaparecer si no se cambia la concienciación hacia la protección ambiental, tanto de individuos como de naciones.

• Todavía no se sabe cómo se orientan para llegar a las zonas de reproducción, pero se dice que usan al sol como faro, también que tienen capacidad de detectar el campo magnético de la Tierra para orientarse, e incluso que usan las corrientes oceánicas como carreteras marcadas.
• Las tortugas verdes juveniles son las únicas depredadoras de la avispa de mar australiana, conocida como el animal más letal del mundo por su fuerte veneno. Esto se debe a que su piel es muy gruesa y a la inmunidad que tienen a las picaduras. En este otro post puedes leer sobre la Avispa de mar (Chironex fleckeri).
• El caparazón cambia de color con la edad. Comienza negro, pasa por café claro o oliváceo y termina completamente marrón café.

Ya conoces mucho mejor a la tortuga verde (Chelonia mydas), por eso ahora te animamos a conocer más sobre las Tortugas marinas leyendo este otro artículo de BIOenciclopedia y también a descubrir a la especie Tortuga caguama en este otro post.

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