Tiburón fantasma

Las quimeras reciben este nombre haciendo alusión al monstruo de la mitología griega que tenía características de varios animales a la vez. Así, el tiburón fantasma o quimera tiene boca de conejo y cola de rata. También se les puede encontrar bajo el nombre de peces rata, tiburón elefante, o peces conejo. A continuación te presentamos las características.

• No tienen esqueleto óseo, sino que como los tiburones, pertenecen a la clase de los condrictios que tienen esqueleto hecho completamente de cartílago. Es importante mencionar que el tiburón fantasma no es propiamente un tiburón, puesto que ambos están en categorías taxonómicas separadas. Esto se debe a que las quimeras se separaron de los tiburones hace 400 millones de años, formando el grupo aparte de los holocéfalos.
• Los tiburones fantasma respiran mediante branquias, y estas están operculadas, es decir, están cubiertas por un poco de piel. Solamente tienen un par de branquias, a diferencia de los tiburones reales.
• La cabeza es particularmente abultada, con hocico corto. Tienen varias líneas similares a suturas sobre el rostro.
• Tienen grandes ojos e inexpresivos.
• Pueden encontrarse de diferentes colores, desde pardos, con manchas, grises o blanquecinos.
• Las aletas dorsales son prominentes, especialmente la primera que está levantada y tiene una espina fuerte provista de veneno con la que se defienden frente a amenazas, inyectándoles sustancias nocivas. La segunda aleta dorsal es muy larga y baja.
• Para desplazarse usan las aletas pectorales, formando ondulaciones sinuosas.
• En promedio miden 1,3 metros de largo, aunque pueden encontrarse especies de 38 centímetros de largo y otras de casi 2 metros.

Algunas de las especies más populares de tiburón fantasma son:

• Tiburón fantasma de Robin, Hydrolagus erithacus.
• Tiburón fantasma oscuro, Hydrolagus novaezealandiae, originario de Nueva Zelanda y el sureste del Pacífico.
• Tiburón fantasma de manchas blancas, Hydrolagus alphus, endémico de las Islas Galápagos, en el océano Pacífico de Ecuador.
• Tiburón fantasma pálido, Hydrolagus bemisi, encontrado en Nueva Zelanda.
• Tiburón fantasma marmoleado, Hydrolagus marmoratus, que habita en Australia.
• Quimera prieta del Pacífico este, Hydrolagus melanophasma, endémico de California en Estados Unidos y Baja California en México.
• Tiburón fantasma australiano, Callorhinchus milli.

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Se les encuentra en los océanos Índico, Pacífico y Atlántico. Prosperan tanto en zonas templadas como en tropicales. Son animales que viven a grandes profundidades, es decir a partir de los 200 metros, y de aquí que tengan un aspecto tan extraño para nosotros. Por esta zona difícil de acceder, todavía queda mucho por investigar sobre estos animales. Se mantienen nadando muy cerca al suelo marino, es decir, son animales de hábitos bentónicos.

Este tiburón se alimenta de invertebrados marinos, principalmente de moluscos, y peces de tamaño pequeño. La boca es muy pequeña, de aquí que parezca de conejo. Está ubicada muy abajo del rostro. Carece de dientes y, por el contrario, tiene sobre la mandíbula placas óseas que le sirven para triturar el alimento. También recuerdan a los dientes incisivos de los conejos. Su sistema digestivo está muy simplificado. Carecen de estómago y desplazan el alimento directamente hacia el intestino.

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Cuando es tiempo de reproducirse, los tiburones fantasma migran a profundidades menores para reproducirse y para poner sus huevos. Los machos tienen un apéndice llamado clasper, con el que se ayudan para sujetarse de la hembra durante la cópula y lograr la fertilización interna. Además de este clasper, tienen un apéndice retráctil en la frente y delante de las aletas pélvicas.

El resultado de esta son huevos, es decir, son animales ovíparos. Están recubiertos por una cápsula que caerá sobre el suelo marino. La esperanza de vida en la mayoría de las especies va de 15 a 19 años.

Este grupo de tiburones está muy bien adaptado a diferentes condiciones ambientales, tanto, que en 400 millones de años desde que se originaron no han cambiado. No son muy abundantes, pero todavía existen y prosperan sin mayores dificultades.

No existen razones para inferir que las poblaciones estén en peligro de extinción, pero hay ciertas actividades que hoy se llevan a cabo, que si bien son poco comunes, es oportuno mencionarlas.

• Suelen ser cazados para pesca deportiva.
• En Australia se usan para consumo humano para sustituir el pescado, especialmente la especie que ahí se encuentra que es Callorhinchus milli.
• Por otro lado, muchas veces suelen ser atrapados incidentalmente en redes de pesca, y son descartados por su bajo valor en el mercado.

En cuanto al estado de conservación actual, la Lista Roja de Especies Amenazadas tiene datos solamente de 23 especies de tiburón fantasma, 3 carecen de datos suficientes, y 20 están clasificadas bajo preocupación menor, excepto por una especie, Hydrolagus matallanasi que está vulnerable a desaparecer. Esta especie en particular habita en Brasil y su declive poblacional se debe a la pesca que detrimenta su hábitat.

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