Diferencia entre mono y simio

Monos y simios ocupan ramas distintas en el árbol de los primates. Ambos pertenecen al orden Primates, pero los simios conforman la superfamilia Hominoidea, que incluye a los llamados grandes simios (gorilas, chimpancés, bonobos, orangutanes) y a los simios menores (gibones), mientras que los monos abarcan otras superfamilias, principalmente Cercopithecoidea (monos del Viejo Mundo, en África y Asia) y Platyrrhini (monos del Nuevo Mundo, en las Américas). En otras palabras, zoológicamente los simios (junto con los humanos) forman un grupo aparte, distinto del de los monos.

Una de las diferencias más visibles es la cola. La gran mayoría de los monos tienen cola, mientras que ningún simio posee cola. Además, la cola de los monos suele ser funcional. En muchos monos, especialmente en los del Nuevo Mundo, la cola es larga y prensil, actuando casi como una quinta extremidad. Les ayuda a mantener el equilibrio al desplazarse por las ramas e incluso a sujetarse de los árboles. En los simios la ausencia de cola se ve compensada por adaptaciones en otras partes del cuerpo, como una musculatura y equilibrio que les permiten otros tipos de movimientos.

Los simios suelen ser notablemente más grandes y robustos que los monos. Por ejemplo, un gorila macho puede superar los 140–180 kg, mientras que muchos monos apenas pesan unos pocos kilogramos. Los simios presentan un desarrollo óseo y craneal mayor en proporción a su cuerpo, con un tórax más ancho y una constitución más potente.

Los simios tienden a tener brazos más largos en relación con sus piernas y hombros muy flexibles. En cambio, los monos generalmente presentan extremidades de longitud más uniforme y un tórax más estrecho, similitud que los hace más parecidos en forma a otros mamíferos cuadrúpedos.

Los simios poseen mayor capacidad cerebral que les permite realizar tareas complejas. Son conocidos por poder usar herramientas, aprender por imitación, resolver puzzles e incluso en algunos experimentos han demostrado cierta comprensión de símbolos o lenguaje básico de señas.

Los monos, por su parte, tienen también cerebros desarrollados con relación a muchos otros mamíferos y pueden aprender trucos, reconocer patrones e incluso usar objetos de manera sencilla. Sin embargo, en general no se documenta en monos un uso de herramientas tan sofisticado ni resoluciones de problemas tan elaboradas como en simios.

Los simios forman grupos sociales más complejos y con mayor grado de cooperación. Emplean una amplia gama de gestos, expresiones faciales y vocalizaciones para comunicarse. Incluso sin la capacidad física de hablar, han demostrado entendimiento de conceptos de lenguaje; algunos simios entrenados han aprendido a usar lenguaje de señas o símbolos para comunicarse con humanos.

En cambio, los monos tienden a tener estructuras sociales más simples y comportamientos comunicativos menos elaborados. Su comunicación incluye llamados vocales y señales corporales, pero no alcanza el nivel de complejidad en "lenguaje" gestual o simbólico que vemos en simios.

Los monos del Nuevo Mundo viven exclusivamente en el continente americano, principalmente en las selvas tropicales de América Central y del Sur, mientras que los monos del Viejo Mundo se encuentran en África y Asia, ocupando desde densas junglas hasta sabanas abiertas.

Los simios, en cambio, tienen una distribución geográfica más limitada. En estado silvestre se encuentran únicamente en África y Asia. Por ejemplo, los orangutanes son exclusivos de las selvas de Indonesia y Malasia en el sureste asiático, los gorilas habitan bosques tropicales de África central, y los gibones en zonas boscosas del sudeste asiático.

Los monos, en general, son omnívoros oportunistas. Muchas especies de mono tienen dietas flexibles que varían según la disponibilidad estacional; por ejemplo, los monos aulladores se especializan en hojas (folívoros) y los monos capuchinos prefieren frutas, pero también cazan lagartijas o abren nueces.

Los simios, por su parte, también son principalmente omnívoros, pero tienden a tener una dieta más variada y, en cierto modo, más "especializada" en cada especie. Por ejemplo, los chimpancés tienen una dieta muy amplia: comen muchas frutas y hojas, pero también cazan activamente otras especies para consumir carne ocasionalmente.

Los monos suelen tener camadas más numerosas o una mayor frecuencia reproductiva. En muchas especies de monos es común la natalidad de más de una cría por parto, y en general el periodo de gestación es más corto que el de los simios.

Los simios, en cambio, invierten mucho más en cada cría. Por lo general, las hembras de simio dan a luz a una sola cría por gestación y después tienen un largo intervalo antes de volver a reproducirse. Tras el nacimiento, la cría de un simio permanece bajo el cuidado de su madre durante varios años.

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