Catarina
Las catarinas son conocidas por distintos nombres de acuerdo a la región geográfica. Se les llama mariquitas, mariquitillas o chinitas. Existen alrededor de 5,000 especies conocidas de estos insectos. Debido a su aspecto agradable e inofensivo, las mariquitas o catarinas son vistas como signos de buena suerte en algunas culturas, en donde cada vez que se tiene contacto con alguna de ellas, se debe pedir un deseo y después dejarla en libertad.
Distribución de la Catarina
Las catarinas son nativas de Europa occidental pero actualmente están presentes en todo el mundo, exceptuando las regiones polares. Estos pequeños insectos habitan en gran variedad de plantas, encontrándose principalmente en las hojas.
Descripción de la Catarina
Las catarinas son reconocidas principalmente por su forma corporal redondeada y por el color rojo que las caracteriza, pero también pueden ser naranjas o amarillas, acompañadas de unas manchas en color negro. Esa coloración les ayuda para alejar a los depredadores, pues esos tonos cálidos están relacionados con el veneno, lo que les da señales de advertencia para que no se acerquen a ellas. Miden apenas entre 0.8 y 18 milímetros y tienen antenas.
Aunque visiblemente parezca que poseen una especie de caparazón, lo que realmente tienen son unas alas endurecidas llamadas élitros que sirven como protectoras de las alas que sí utilizan para volar. Cuando sienten peligro, las catarinas suelen fingir estar muertas y al mismo tiempo secretan de sus patas un fluido que las deja con un olor muy desagradable. Estos insectos realizan períodos de hibernación hasta la llegada de las temperaturas más cálidas de marzo o abril.
Alimentación de la Catarina
Se alimentan de cochinillas, ácaros, pulgas y principalmente de áfidos (parásitos de plantas). Las catarinas adultas pueden consumir 100 áfidos al día. Gracias a su tipo de alimentación, son consideradas como excelentes controladoras biológicas de plagas, pues consumen todo animal perjudicial para los cultivos, evitando así, el uso de pesticidas y otros químicos dañinos para la salud humana.
Reproducción de la Catarina
Las catarinas colocan cientos de huevos de color amarillo comúnmente sobre las hojas. Pasando alrededor de una semana, de los huevos salen las crías en estado larvario para posteriormente convertirse en pupas. En este estado, se adhieren a los tallos de las plantas o rocas y finalmente nacen ya convertidos en catarinas, aunque los colores característicos los van adquiriendo poco a poco. El ciclo completo de estos pequeños insectos dura aproximadamente 2 meses.
Catarinas en la cultura humana
Debido a su aspecto agradable e inofensivo, las catarinas son vistas como signos de buena suerte en algunas culturas, en donde cada vez que se tiene contacto con alguna de ellas, se debe pedir un deseo y después dejarla en libertad. Contrariamente, matarlas significa mala suerte. En países como Alemania, si este insecto cuenta con siete manchas negras, significa que se acerca una temporada de bajas cosechas. En Suiza, los padres hacían creer a sus pequeños hijos que los bebés son traídos por las catarinas y no por las cigüeñas.
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