Pez mandarín

• Los peces mandarines pertenecen a la familia Callionymidae, familia popularmente conocida como dragoncitos. Esta especie en particular lleva el nombre científico Synchiropus splendidus, en donde la especie significa brillante en griego por lo llamativos de sus colores. Comúnmente se le llama pez mandarín porque el color recuerda a los trajes que se usaban los mandarines del Imperio Chino. Por último, erróneamente se pueden encontrar bajo el nombre común de gobio mandarín porque su cuerpo tiene la forma de un gobio, pero realmente son de grupos separados.
• Son peces de talla pequeña, pues miden de 6 a 7 centímetros de largo. Pero a pesar de esto son muy llamativos: tienen coloraciones psicodélicas en vivos remolinos de colores verde, rojo, azul rey y amarillo. Esta pigmentación se extiende hasta las aletas, algo poco visto en peces.
• Los ojos son particularmente saltones, sobre una boca también prominente.
• La aleta dorsal tiene una espina larga, llamada espina preopercular.

• Este pez es marino, originario del Pacífico oeste, sudeste asiático, Filipinas, Micronesia, Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Nueva Caledonia, China, Japón y Australia, aunque ahora se comercializa a todo el mundo para los acuarios de agua salada.
• Se asocian a la franja tropical, así que necesitan temperatura cálida que ronde los 25 o 26 °C.
• La profundidad en la que se mantienen son entre los 0 a 18 metros, manteniéndose en aguas poco profundas.
• Como comparten su hábitat con arrecifes de coral tropicales, los usan para resguardarse entre los recovecos que forman. Especialmente frecuentan los de género Porites y sus ramificaciones.
• Son bentónicos, es decir, que viven asociados al fondo marino, especialmente en sustratos arenosos o rígidos como rocas en donde se pesca. Además de poder nadar, tienen aletas pélvicas particularmente grandes y gruesas con las que pueden empujarse por el suelo para desplazarse.

• En su ecosistema nativo se alimenta de organismos bentónicos, como crustáceos pequeños y otros invertebrados.
• En cautiverio se suelen alimentar con artemias, pero hay que considerar que necesitan grandes cantidades de alimento vivo, por lo que pueden ser difíciles de alimentar y de mantener.
• Son tímidos y suelen salir de su escondite al atardecer para cazar su alimento y para reproducirse cuando es momento.

• Los peces mandarín se reproducen durante todo el año.
• Hay dimorfismo sexual, en donde los machos tienen la aleta dorsal y la espina preopercular más ancha que las hembras, y en tamaño corporal también son más grandes que ellas.
• En su entorno natural se manejan en grupos de un macho y varias hembras.
• Cuando es tiempo de reproducirse, machos y hembras se juntan durante la noche a modo de cortejo nadando muy cerca uno del otro y en dirección hacia arriba. Esto además estimulará la salida de gametos.
• La fecundación es externa, es decir que machos y hembras liberan sus huevos al agua para que se fertilicen. La hembra suelta sus gametos sólo una vez por día y una vez a la semana, lo que deriva en una competencia grande entre machos por falta de hembras disponibles.
• El resultado de la fecundación serán 200 huevos. Estos son plantónicos, es decir que flotan sobre la columna de agua. Los padres nadan hacia arriba para poner los huevos para facilitar que queden suspendidos en el plancton.
• A partir de este huevo emergerán los alevines, que pasados los 8 o 9 días de eclosionar bajarán de la superficie y se asentarán en los corales. Pasarán aproximadamente 1 mes en una zona restringida hasta que sea seguro salir.
• Los juveniles llegarán a ser adultos cuando maduren sexualmente, etapa que llega cuando alcanzan 3 centímetros o a los 14 meses de edad.

El pez mandarín está catalogado por la Lista Roja de Especies Amenazadas bajo preocupación menor, es decir, que no está en peligro de extinción gracias a que tienen una distribución amplia^[1].

Sin embargo, sus poblaciones están siendo explotadas para el comercio de acuarios. Esto comenzó en 1980 con individuos de Filipinas e Indonesia. Esta explotación no es tal como para que estén amenazados, pero se menciona que hay que llevar registro para mantenerse alerta por el aumento de demanda en acuariofilia.

• Si se sienten amenazados lanzarán un moco de olor desagradable.
• El patrón corporal es único para cada individuo.
• Son de carácter tranquilo y pasivo.
• Son longevos, pueden llegar a los 15 años de edad.
• Es uno de los únicos 2 peces que tienen coloración azul por pigmento, pues en peces este color es más bien estructural.
• Es difícil verlos por el tamaño pequeño, por sus hábitos bentónicos y por ser muy tímidos.

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