Pecarí

• Los pecarís tienen un largo hocico, formado por cartílago y un disco terminal, como la característica nariz de los cerdos.
• En cuanto a las patas, solamente los dedos del medio son funcionales, también como sucede en cerdos. Pero una importante diferencia con ellos es que los pecarís tienen los metapodios tres y cuatro, que son unos de los huesos que forman los dedos, fusionados.
• Tiene una pequeña cola vestigial que mide apenas 3 centímetros de largo más el penacho de pelo.
• Pesan 30 kilos y miden de 0.8 a 1.3 metros de largo, dependiendo de la especie.
• Los caninos superiores crecen como colmillos hacia abajo, más pequeños que los de otros suinos. Tienen filos con los que pueden cortar.
• El pelaje va de café al gris, con puntas más claras y con coloraciones amarillas o blancas en la boca o pecho.

Tales variaciones en el pelaje pueden observarse como diferencia entre las especies que existen, que son tres:

• Pecarí de collar (Pecari tajacu): tiene una línea blanca en la garganta, que contrasta con el pelaje gris a negro. Tienen tres dedos en las patas traseras. Dentro de esta especie se puede diferenciar a algunos ejemplares más grandes, incluso llegaron a considerarse otra especie, el pecarí gigante (Pecari maximus), durante un tiempo, pero ya no es una especie reconocida por considerarse realmente Pecari tajacu. Estos son ejemplares de pecarí de collar más grandes, de 1.3 metros de largo en promedio. Tienen tres dedos en las patas traseras.
• Pecarí de labios blancos (Tayassu pecari): tiene una mancha blanca sobre la boca. Tienen tres dedos en las patas traseras.
• Pecarí del Chaco (Catagonus wagneri): es el segundo más grande los pecarís, y su pelaje es ligeramente más claro. Solamente tienen dos dedos en las patas traseras.

Por sus características suele confundirse con el jabalí, pero son animales distintos. La diferencia más importante es que los pecarís solamente se encuentran en el continente americano. Los jabalís son originarios de Viejo Continente, pero han sido introducidos a ciertas zonas de América.

El pecarí de labios blancos vive del sur de México hasta el norte de Argentina, pero el pecarí de collar blanco tiene distribución más amplia, viviendo de la región neártica de Arizona, pasando por Mesoamérica y llegando hasta el Norte de Argentina. También llega hasta los 2.000 metros sobre el mar, mientras que el de labios blancos llega solamente hasta 1.900 metros.

Se les encuentra asociados a selvas o bosques en donde haya concentraciones de agua en las que se bañan y que pueden ser permanentes o formarse como pozas temporales durante las lluvias.

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Es un animal omnívoro, porque su organismo está adaptado a una variedad de dietas diferentes. Predominantemente son frugívoros. Ocasionalmente pueden complementar con insectos y, a veces, con vertebrados pequeños.

Se les suele categorizar como pseudorumiantes porque tienen un estómago de varias cámaras, más complejo que el de los cerdos. A pesar de las multicámaras, que pueden ser de 2 a 3, no rumian.

Los pecarís son presa de depredadores tope de la selva, como son los pumas y los jaguares.

Son animales vivíparos, la cría está dentro de la hembra después de la fecundación interna hasta completar su desarrollo embrionario, que dura aproximadamente 140 días.

En general hay de 3 a 4 crías en cada gestación. Respecto a su ciclo de vida, podemos indicar que en cautiverio llegan a vivir 7.5 años de edad.

Son sumamente agresivos por motivos territoriales, respondiendo ante las amenazas con ataque y no huida. Pueden causar severas lesiones por mordida. Para ahuyentar a los depredadores, también suenan los colmillos entre ellos produciendo un peculiar sonido. Su mayor momento de actividad es entre las 11 de la mañana y las 2 de la tarde.

Son de hábitos sociales y forman grupos de varios individuos, ayudándose de las glándulas odoríferas para reconocerse entre ellos. El pecarí de labios blancos forma grupos muy grandes de 10 a 300, mientras que el de collar son de 3 a 30 individuos. Los pecarís gigantes forman grupos familiares, de solamente macho y hembra, ocasionalmente con alguna cría.

El grado de amenaza y conservación del pecarí varía según la especie, y están catalogados del siguiente modo por la Lista Roja de Especies Amenazadas.

• P. tajacu está catalogado bajo preocupación menor.^[1]
• T. pecari está vulnerable a desaparecer.^[2]
• C. wagneri está en peligro de extinción.^[3]

La principal amenaza del pecarí es la fragmentación de hábitat en las selvas causadas por el aumento de población y sus demandas por nuevos espacios, tanto habitacionales como para infraestructura, agricultura e industria.

Además de haber diferencia por especies, la conservación varía en diferentes lugares, y en Mesoamérica ya se han registrado extinciones dentro de ciertas localidades.

Por otro lado, su carne suele ser consumida por comunidades indígenas, y cuando hay época de sequía y la vegetación no es tan abundante, la caza suele ser mayor. Sin embargo, hoy existen Unidades de Manejo Ambiental en donde se crían para el aprovechamiento sustentable que evita la cacería irregularizada de pecarís. Esta es una de las medidas de conservación que existen para los pecarís.

Ahora que has descubierto más sobre el pecarí, te recomendamos informarte sobre otros mamíferos que habitan en el continente americano, como el Lobo mexicano y el Tapir.

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