Gavial

La taxonomía del gavial del Ganges es:

• Orden: Crocodilia
• Familia: Gavialidae
• Género: Gavialis
• Especie: Gavialis gangeticus

Algunas de las características de Gavialis gangeticus son:

• De la cabeza para abajo, el gavial es físicamente parecido a otros crocodilios; sin embargo, sus patas son débiles en comparación con las de los cocodrilos y, por eso, no puede sostener su peso con ellas ni levantar su cuerpo del suelo.
• En promedio, un adulto mide de 3,5 a 4,5 metros, pero se ha registrado individuos de hasta 6 metros.
• Su peso se sitúa entre los 159 y 181 kilogramos, con un registro de un máximo de poco más de 600 kilogramos.
• Hay dimorfismo sexual (diferencias físicas entre los dos sexos) muy evidente, pues los machos tienen en la punta del hocico, sobre las fosas nasales, una protuberancia de cartílago. Este notorio abultamiento se desarrolla cuando tienen alrededor de 10 años de edad.
• Dentro de la boca se aloja un total de 110 dientes afiladísimos, que aumentan su grosor a medida que el gavial se hace más viejo.

Gavialis gangeticus es una especie de pequeña distribución, al encontrarse principalmente en ríos de Pakistán, India y Nepal, dentro de los sistemas fluviales del Indo, el Ganges y el Mahanadi. El hábitat del gavial son los cuerpos de agua dulces, es decir, es básicamente un animal de agua dulce, y se halla en mayor proporción en ríos de rápido movimiento.

Acostumbra a reunirse en grupos en las curvas de los ríos y a veces en sitios de aguas profundas y corrientes tranquilas. Otro aspecto que lo diferencia de los cocodrilos es que debido a su anatomía de patas débiles le resulta muy difícil desplazarse en tierra firme, así que opta por asolearse y poner sus huevos en bancos de arena.

Como puede esperarse, el gavial es una especie carnívora. En su etapa madura su dieta se compone principalmente de peces, pero los individuos jóvenes se alimentan de muchos animales invertebrados, como los crustáceos, además de ranas y renacuajos. También se ha llegado a encontrar en el estómago de algunos gaviales piedras pequeñas, lo que sugiere que las tragan para ayudarse a triturar la comida y mejorar su digestión.

Este depredador caza de forma relativamente fácil gracias a su inusual hocico: largo, fino y con muchos dientes afilados. Tiene varias técnicas; una de las más usadas consiste en sumergirse y esperar paciente y discretamente inmóvil, en espera de que pase un animal. Sus órganos sensoriales en la piel le ayudan a detectar vibraciones de cualquier criatura que pasa cerca o se introduce en el agua. Cuando la presa está lo suficientemente cerca, el gavial la captura. Si se trata de peces, mueve muy rápido el hocico (que bajo el agua genera muy poca fricción) e interrumpe velozmente su trayecto esperado para capturarlos sorpresivamente. Podría pensarse que el gavial caza y se alimenta de personas por su tamaño y dientes, pero el riesgo de que esto suceda es muy bajo. En principio, no representan un peligro para el ser humano.

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Es una especie generalmente social que gusta de convivir con sus congéneres. Sus relaciones son tranquilas y pacíficas, salvo durante la época de reproducción, en la que puede ocurrir algunos enfrentamientos entre los machos al tornarse estos más territoriales e intolerantes ante los intrusos. En el caso de las hembras, el temperamento se hace más agresivo cuando están en período de anidación y cría. En la estructura social del gavial, los machos más grandes dominan sobre las hembras y los jóvenes inmaduros.

No es fácil reconocer las vocalizaciones de un gavial si no se es un experto. Sus sonidos le sirven para proteger su territorio y para llamar la atención del sexo opuesto durante el cortejo, previo al apareamiento. En estas circunstancias, la protuberancia cartilaginosa del macho crece y genera un sonido cuando el animal exhala.

El mencionado sonido que producen los machos gracias a su protuberancia tiene significados de territorialidad, agresividad y búsqueda de atención durante el cortejo. Cuando un macho y una hembra en edad y temporada reproductiva se encuentran, hacen un primer contacto físico frotando sus hocicos entre sí. La hembra puede no aceptarlo, o bien, inclinar la cabeza hacia arriba y permitir que el macho suba parcialmente sobre su cuerpo para copular. El apareamiento suele tener lugar en diciembre. Poco después la hembra deposita entre 20 y 100 huevos de unos 75-130 gramos de peso. Mientras más grande es la hembra, mayor número de huevos coloca. Los crocodilios tienen fama de buenos padres, y el gavial no es la excepción: la madre protege ferozmente sus huevos, aunque permite que el padre, que no los incuba, se acerque a ellos y a las crías. El sexo de los pequeños gaviales depende de la temperatura del nido: si es alta, emergen machos y si es más baja, hembras.

Desafortunadamente, el gavial es una especie “En Peligro Crítico de Extinción”, de acuerdo con la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza^[1]. Su población es cada vez más reducida, debido a amenazas como:

• Sequías estacionales como consecuencia del uso del agua de los ríos para diversas actividades humanas. Esto afecta mucho a los gaviales, que no están especialmente adaptados a moverse en tierra.
• La pesca, que reduce sus fuentes de alimento y produce contaminación en las aguas. Los gaviales están expuestos a desechos sólidos, como redes de pesca olvidadas, y a sustancias dañinas, como cadmio y plomo.
• Robo de huevos, tanto por parte de animales que pueden alimentarse de ellos como por parte de personas.
• Caza para el consumo de su carne y uso de su piel en la fabricación de diversos objetos.

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