Elefante africano

• El elefante africano es el animal terrestre más grande del mundo, con un peso promedio de 6 toneladas y una altura de 3 a 4 metros.
• Pertenece al orden de los proboscídeos y existen dos especies de elefante africano: el elefante de sabana (Loxodonta africana) y el elefante de bosque (Loxodonta cyclotis), que se diferencian esencialmente por su tamaño, hábitat, dieta y otras características físicas.
• Estos grandes mamíferos tienen una piel gruesa y grisácea, sin pelo o con una fina capa vellosa, que los protege del calor y del sol. Su abdomen tiene forma de barril, su cuello es muy corto y su cabeza es grande y redondeada.
• Presentan unas orejas enormes, que pueden medir hasta 2 metros de largo y 1,5 de ancho. Las usan para regular su temperatura corporal y para comunicarse con otros elefantes. El gran tamaño de sus orejas les diferencia de sus parientes asiáticos.
• Los elefantes africanos tienen una característica trompa alargada y flexible, que funciona como una nariz y una mano al mismo tiempo. Lo usan para respirar, oler, beber, agarrar objetos, acariciar, defenderse y emitir sonidos.
• Estos elefantes tienen unos colmillos de marfil que les sirven para cavar, arrancar plantas, luchar y defenderse. Tanto los machos como las hembras los tienen, pero los de los machos son más grandes y pesados.

El elefante africano vive en diferentes regiones del continente africano. De las dos especies de elefante africano que existen, el elefante africano de sabana habita en las llanuras abiertas del África subsahariana, donde se alimenta de raíces, hierba, fruta y corteza; mientras que el elefante africano de bosque vive en los bosques húmedos de África Central y Occidental, donde se alimenta de hojas, frutos y semillas.

Los elefantes africanos son herbívoros, por lo que se alimentan principalmente de hojas, ramas, frutos, cortezas y raíces. Consumen entre 100 y 300 kilos de vegetación al día, lo que les obliga a pasar unas 16 horas diarias buscando comida. También beben entre 100 y 200 litros de agua al día, y pueden recorrer grandes distancias para encontrar fuentes de agua durante las épocas de sequía.

Asociada con esta búsqueda anual de fuentes de agua, se encuentra una de las características más llamativa de los elefantes africanos, que es su memoria. Gracias a ella, se sabe que pueden recordar la localización exacta de las charcas de agua de años anteriores y trazar una ruta de cientos de kilómetros para llegar a ellas cada año.

En el caso concreto de los elefantes africanos de bosque (Loxodonta cyclotis) la sequía no es tan acusada, por lo que no se ven obligados a realizar desplazamientos tan largos para encontrar fuentes de agua.

El elefante africano es un animal vivíparo placentario, lo que significa que las crías se desarrollan en el útero de la madre y se alimentan a través de una placenta. En estos animales se da una particularidad poco común en los mamíferos, que es la disposición interna de los testículos de los machos, que habitualmente son externos en el resto de los mamíferos.

El apareamiento de los elefantes africanos puede ocurrir en cualquier época del año, pero es más frecuente en los períodos de lluvia. Las hembras entran en celo cada cuatro o cinco años y emiten sonidos para atraer a los machos. Los machos también se comunican mediante señales visuales y olfativas, como el movimiento de las orejas o la secreción de líquido por las glándulas temporales. La hembra suele elegir al macho más grande y viejo, que generalmente se encuentra con altos niveles de testosterona.

La gestación del elefante africano dura unos 22 meses, el período más largo entre los mamíferos terrestres. La hembra suele dar a luz a una sola cría, que pesa entre 100 y 120 kilogramos, mide entre 80 y 105 centímetros y nace sin colmillos. La madre amamanta a su cría durante unos cuatro años y recibe la ayuda de otras hembras del grupo para cuidarla y protegerla.

• La principal amenaza para los elefantes africanos es la caza furtiva por sus colmillos de marfil, que se venden en el mercado negro para satisfacer la demanda de productos de marfil, principalmente en Asia. Se estima que entre 2007 y 2014, las poblaciones de elefantes de sabana disminuyeron un 30% y las de elefantes de bosque un 62% debido a la caza furtiva. Aunque la caza furtiva ha disminuido en algunas zonas desde 2011, sigue siendo un problema grave en otras, especialmente en África Central y Occidental.
• Otra amenaza importante para los elefantes africanos es la pérdida y fragmentación de su hábitat, causada por la expansión agrícola, la tala, la minería y el desarrollo humano. Los elefantes necesitan grandes extensiones de tierra para alimentarse, reproducirse y migrar, pero su espacio se está reduciendo cada vez más. Esto provoca conflictos con las comunidades humanas, por los recursos y el espacio, lo que a menudo resulta en daños a los cultivos, a la propiedad y a veces en muertes humanas y de elefantes.
• Según la Lista Roja de la UICN, el elefante de bosque africano se encuentra en peligro crítico de extinción y el elefante de sabana africano se encuentra en peligro de extinción. Además, ambas especies presentan una tendencia decreciente en sus poblaciones.

Para proteger a los elefantes africanos, se necesitan medidas urgentes a nivel local, nacional e internacional. Algunas de estas medidas son:

• Reforzar las leyes y la aplicación contra la caza furtiva y el comercio ilegal de marfil.
• Mejorar el manejo y la conectividad de las áreas protegidas donde viven los elefantes.
• Promover la coexistencia pacífica entre los elefantes y las personas mediante soluciones basadas en la naturaleza y la participación comunitaria.
• Apoyar la investigación y el monitoreo de las poblaciones y tendencias de los elefantes.
• Sensibilizar al público sobre la importancia y el valor de los elefantes africanos.

• Los elefantes africanos muestran especial consideración por la escasez de agua durante la sequía. Cuando encuentran una fuente de agua, beben utilizando sus trompas con sumo cuidado para no remover el agua y formar fango, de donde no podrían beber. Otros mamíferos, como las cebras, se dejan llevar por la alegría de haber encontrado agua y entran en la charca de forma desordenada, removiendo el fondo y formando lodo. Para evitar esto, los elefantes frecuentemente se disponen alrededor de las charcas más someras y evitan que otros animales entren de forma eufórica en ellas.
• Son animales sociales que viven en grupos familiares liderados por una hembra adulta. Los machos suelen vivir solos o en grupos pequeños cuando alcanzan la madurez sexual.
• Los elefantes africanos tienen las orejas más grandes de todos los elefantes. Las usan para regular su temperatura corporal y para comunicarse con otros elefantes.
• La trompa tiene una gran cantidad de músculos y puede levantar hasta 270 kilos.
• Estos mamíferos se comunican entre ellos mediante sonidos de baja frecuencia llamados infrasonidos, los cuales pueden viajar hasta 10 kilómetros y son inaudibles para el oído humano. También usan otros sonidos como trompeteos, gruñidos y ronroneos.
• Los elefantes africanos son muy inteligentes y muestran signos de autoconciencia, empatía, cooperación y aprendizaje. Pueden usar herramientas como palos o piedras para resolver problemas, imitar sonidos y gestos, y consolar a otros elefantes en situaciones de estrés o dolor.

Ahora que ya conoces más información sobre el elefante africano, también te pueden interesar estos otros artículos de BIOenciclopedia sobre el Rinoceronte de Java y los Tipos de rinocerontes y sus características.

Si deseas leer más artículos parecidos a Elefante africano, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Mamíferos.