Desequilibrio ecológico: qué es, causas y consecuencias

Desequilibrio ecológico: qué es, causas y consecuencias

Los ecosistemas se pueden mantener en funcionamiento a lo largo del tiempo gracias a que, de forma natural, se encuentran en un estado de equilibrio medioambiental promovido por la acción de las diferentes especies que conforman el propio ecosistema, así como por sus relaciones entre ellas y con el medio. Pero esto por desgracia no se mantiene imperturbable eternamente. A lo largo del tiempo, pueden tener lugar numerosas perturbaciones sobre el ecosistema, lo que puede llegar a tener un impacto importante sobre su equilibrio. Si quieres aprender qué es el desequilibrio ecológico, sus causas y sus consecuencias, te recomendamos leer este artículo de BIOenciclopedia.

Qué es el desequilibrio ecológico

Los ecosistemas tienen la capacidad de autorregularse y responder ante perturbaciones. De aquí nace la resiliencia del ecosistema, que consiste en la posibilidad de recuperarse de las perturbaciones que le afecten y volver a su equilibrio natural. Cuando existen perturbaciones que el ecosistema no es capaz de amortiguar, se produce un desequilibrio ecológico.

Las relaciones entre las especies y el medio ambiente tienen una gran relevancia a la hora de establecer la capacidad de regulación de perturbaciones externas al ecosistema, y se dice que pueden ser de carácter biótico (interacciones entre especies) o abióticos (interacciones entre las especies y el medio). Además, dan forma al esqueleto del propio ecosistema y tienen un papel protagonista en el establecimiento de la red trófica.

Dichas interacciones son muy complejas y tienen carácter multifactorial, es decir, no dependen de un solo regulador, sino que se ven influenciadas por numerosas condiciones del ecosistema. Pero para poder estudiarlas e ilustrarlas, es común recrear una versión simplificada de ellas. Veamos un ejemplo en un ecosistema con linces y conejos:

El lince ibérico es un depredador hiperespecializado en la caza de conejos. Su población en el ecosistema depende del tamaño de la población de conejos en el mismo. Cuando la población de conejos es muy alta, los linces tienen una gran disponibilidad de presas que potencialmente se pueden convertir en alimento, luego pueden cazar más fácilmente y, por tanto, criar con mayor efectividad a su descendencia, por lo que se puede esperar que la población de linces aumente al igual que la de conejos. Una vez en este punto, la actividad cazadora de la alta población de linces hará disminuir la cantidad de conejos vivos en el ecosistema, llegando a una población de conejos baja. Entonces la población de linces, al disponer de menos alimentos, también descenderá. Llegamos así a un punto en que tanto la población de conejos como la de linces es mínima. Al descender la cantidad de depredadores (linces), los conejos tendrán menos presión, por lo que podrán volver a multiplicarse y aumentar su población.

Como se puede apreciar, este proceso es repetitivo mientras se mantengan las mismas situaciones en el ecosistema, oscilando las poblaciones de lince (depredador) y conejo (presa) de forma sincronizada. En este caso, la población del depredador depende de la tasa de natalidad de la presa, mientras que la población de la presa depende de la tasa de mortalidad del depredador. Esto es lo que se comprende como equilibrio ecológico.

Pero ¿Por qué cuando la población de conejos es mínima, esta no sigue decreciendo por la acción cazadora de los linces hasta extinguirse en el ecosistema? La respuesta es que la baja disponibilidad de conejos en el medio hace que la caza por parte de los linces sea mucho menos productiva, los conejos tienen ahora mayor disponibilidad de refugios libres en los que huir de sus cazadores. Esto es lo que se conoce como efecto refugio en dinámica de poblaciones, la rama de la ecología que estudia cómo fluctúan las poblaciones y los tipos de relaciones interespecíficas.

¿Y qué sucedería si se introdujera en el ecosistema una nueva especie depredadora de conejos con una mayor eficiencia cazadora que fuese capaz de vencer el efecto refugio y terminar por completo con la población de conejos? Esto desencadenaría a su vez numerosos cambios en el equilibrio del ecosistema, como por ejemplo la mortalidad de la población de linces, que se verían obligados a dispersarse a nuevos territorios o perecer de hambre. El control de las poblaciones vegetales que llevan a cabo los conejos sería eliminado también del ecosistema, por lo que la estructura de la vegetación cambiaría radicalmente con el paso del tiempo y en definitiva se produciría lo que denominamos desequilibrio ecológico en el ecosistema.

Causas del desequilibrio ecológico

En el ejemplo anterior se ha tratado un ecosistema muy simplificado para explicar el equilibrio y desequilibrio ecológico. Pero en el medio natural las causas y factores que intervienen son mucho más complejas y variadas. Estas perturbaciones siempre pueden ser consecuencia de la actividad humana o ajenas por completo a ella. Se podrían destacar las siguientes causas principales del desequilibrio ecológico:

  • Explotación inapropiada de los recursos del ecosistema: este tipo comprende tanto las explotaciones de origen antrópico como no antrópico. Puede deberse a la sobreexplotación del alimento disponible, la extracción de agua del medio, deforestación, etc.
  • Destrucción de hábitat: es una de las principales causas de desequilibrio ecológico y pérdida de biodiversidad. Abarca desde incendios forestales hasta construcción de carreteras u otras infraestructuras que dividen los ecosistemas, cataclismos o fenómenos naturales de alta intensidad y en definitiva, cambios físicos en el medio que se prolonguen en el tiempo.
  • Introducción de nuevas especies: al llegar una nueva especie, puede darse que esta ocupe el nicho ecológico (su función en el ecosistema) de una o varias especies del ecosistema, desplazándolas y provocando un posible desequilibrio ecológico.
  • Contaminación o degradación de la calidad medioambiental: es un ejemplo muy común y frecuente en la actualidad. Casi la totalidad de casos se debe a la actividad humana y puede darse por contaminación con materia orgánica o inorgánica. Un tipo muy estudiado e importante es el de la eutrofización, que consiste en la contaminación de ecosistemas (generalmente acuáticos) con materia orgánica. Un caso más que conocido es el aporte de grandes cantidades de materia orgánica proveniente de la ganadería a las masas de agua circundantes o al agua subterránea. Esta agua contaminada por una alta concentración de materia orgánica termina acumulándose en balsas donde las bacterias experimentan un crecimiento explosivo gracias al enorme aporte de materia orgánica que ellas pueden utilizar rápidamente. Seguidamente, la disponibilidad de oxígeno en la laguna desciende drásticamente, pues está siendo consumida por las bacterias, y el resto de los organismos mueren asfixiados, quedando una masa de agua altamente contaminada en la que no pueden vivir los peces o animales y donde solo prosperan los microorganismos.

Aunque se tiendan a clasificar para poder comprenderlas, es frecuente que las perturbaciones actúen de forma conjunta hasta provocar el desequilibrio ecológico. Esto se conoce como perturbación compuesta y es muy común en la naturaleza.

Te recomendamos leer este artículo sobre Qué es el impacto ambiental positivo y negativo.

Ejemplos de desequilibrio ecológico

Los ejemplos de desequilibrio ecológico se pueden extraer atendiendo a las causas que lo provocan. Algunos de ellos son los siguientes:

  • Eutrofización de ecosistemas acuáticos producida por el aporte masivo de materia orgánica.
  • Fragmentación del ecosistema por construcción de carreteras u otras infraestructuras similares.
  • Deforestación para la explotación del suelo.
  • Desecación de humedales por la extracción desmedida de agua del ecosistema.
  • Cambio radical de la estructura física del medio por la erupción de un volcán u otros desastres naturales.
  • Desequilibrio de la cadena trófica por introducción de especies invasoras.
  • Modificación de los ecosistemas riparios para la extracción de áridos empleados en el sector de la construcción.
  • Eliminación de una especie clave del ecosistema.

Descubre la Extinción de especies: causas y consecuencias.

Consecuencias del desequilibrio ecológico

El desequilibrio ecológico tendrá mayor impacto si sus causas son también de mayor calado. Cuando un ecosistema llega al desequilibrio, tiene lugar una serie de reacciones en cadena que generalmente desestabilizan la cadena trófica. Pero esto puede pasar a nivel del ecosistema en cuestión, o incluso llegar a afectar a ecosistemas muy distantes en el caso en que las especies implicadas tengan hábitos migratorios, por ejemplo.

En cualquier caso, la consecuencia final del desequilibrio ecológico siempre es la pérdida de biodiversidad, tanto a nivel local como, en última instancia, a escala global. Las especies que componen las comunidades de los ecosistemas se ven afectadas por el desequilibrio y no todas tienen la misma capacidad para superarlo. Las que no pueden hacerlo frecuentemente mueren, y las que optan por desplazarse a otro ecosistema, frecuentemente terminan convirtiéndose en una perturbación en el nuevo ecosistema en el que se instalan, pudiendo provocar un nuevo desequilibrio ecológico.

Se puede concluir entonces que un desequilibrio ecológico es capaz de generar una cascada de reacciones en cadena que afectan a su vez al equilibrio de ecosistemas cercanos.

Soluciones para evitar el desequilibrio ecológico

Al ser un problema de gran escala y complejidad, las soluciones también adquieren estas propiedades en términos generales. Lo principal para evitar el desequilibrio ecológico es actuar sobre las principales causas del mismo, es decir, sobre las siguientes:

  • Hacer una explotación adecuada de los recursos del ecosistema: esto se puede hacer llevando a cabo estudios de explotación de recursos, que son realizados en el ámbito de la biología con frecuencia, aunque no siempre son respetados. Un ejemplo es el estudio del esfuerzo pesquero que un área de pesca puede soportar sin llegar a desequilibrar el ecosistema en el que se encuentra.
  • Evitar o paliar la destrucción de hábitats: esto pasa por un buen estudio de campo previo a la construcción de nuevas infraestructuras. No es buena idea, por ejemplo, construir una terminal aeroportuaria en una zona de paso y descanso frecuente de aves migratorias. A su vez, otras causas de destrucción de hábitat son de origen no antrópico, como la pérdida de suelos debido a lluvias torrenciales. Este caso se podría evitar mediante la siembra y recuperación de la cubierta forestal de la zona, consiguiéndose que las raíces den sujeción y firmeza al suelo para resistir las lluvias fuertes.
  • Controlar y evitar la introducción de especies invasoras: son numerosos los casos de especies invasoras que tienen un impacto en especies locales. En España se puede destacar la acción de la tortuga americana de orejas amarillas sobre el galápago leproso local, o el desplazamiento de las cotorras argentinas sobre diversas especies de murciélagos a los que roban sus refugios.
  • Evitar la contaminación orgánica e inorgánica: generalmente esta se da en masas de agua, o en algún momento tienen curso a través de ellas. Para ello son de vital importancia los EDAR (estación depuradora de aguas residuales), que trabajan reduciendo el aporte de materia orgánica y otros residuos de origen humano al medio natural. Otro posible punto de acción es la regulación de los vertidos de empresas industriales. Te puede interesar la Contaminación por basura: causas, consecuencias y soluciones.

Ahora que ya sabes qué es el desequilibrio ecológico, sus causas y sus consecuencias, no te pierdas este otro artículo de BIOencilopedia sobre las Reservas de la Biosfera: qué son, funciones y ejemplos.

Si deseas leer más artículos parecidos a Desequilibrio ecológico: qué es, causas y consecuencias, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Otros ecología y medio ambiente.

Bibliografía
  • Rodríguez, J. (2010). Ecología. 2ª edición. Pirámide.