Animales con el mejor olfato

El animal que se sienta en el trono de la especie con mejor olfato del Reino Animal es uno con una gran probóscide nasal que, entre otras cosas, viene a ser un enorme apéndice olfativo. En efecto, estamos hablando del elefante africano, Loxodonta africana, y su gran trompa.

Según recientes estudios científicos, los elefantes africanos poseen el mayor número de genes olfativos en una especie conocido hasta ahora. Se trata de alrededor de 2000 genes de receptores olfativos, que son las proteínas que detectan las moléculas de olor en la cavidad nasal y bucal y las transmiten al cerebro. Esto es 5 veces más que los humanos y más del doble que los perros, que son considerados animales con un excelente olfato.

Los elefantes africanos usan su olfato para diversas funciones vitales, como encontrar alimento, agua, pareja y familia. Su trompa les permite oler objetos a distancia y también tocarlos y manipularlos. Los elefantes pueden distinguir entre diferentes tipos de plantas, fuentes de agua e incluso tribus humanas por su olor. También pueden reconocer a sus parientes y amigos por su olor corporal único, que les ayuda a mantener la cohesión social y evitar conflictos.

De hecho, el olfato de estos animales es tan bueno que pueden detectar la presencia de depredadores, enemigos o amenazas a kilómetros de distancia. También pueden comunicarse entre ellos mediante señales químicas que emiten por la orina, las heces o las glándulas temporales. Estas señales les informan sobre el estado reproductivo, el ánimo, la salud y la identidad de otros elefantes.

Debido a todo esto, el sentido del olfato del elefante africano es una adaptación evolutiva que le ha permitido sobrevivir en ambientes hostiles y variados, y se considera una muestra de la inteligencia y la complejidad de estos animales, que merecen ser respetados y protegidos.

Aquí puedes conocer más sobre el Elefante.

El sentido del olfato del tiburón blanco es uno de los más desarrollados entre los animales de todo el mundo, tanto terrestres como marinos. El tiburón blanco puede detectar una gota de sangre en el agua a varios cientos de metros de distancia, lo que le permite localizar a sus presas con facilidad. El tiburón blanco tiene dos fosas nasales en la parte inferior de su hocico, que además tienen interacción con unos órganos llamados ampollas de Lorenzini, característicos de los condrictios. Estos órganos le permiten percibir las variaciones de temperatura, salinidad y electricidad en el agua, lo que, al combinarse con su gran sentido del olfato, le permite aumentar en gran medida su capacidad de rastreo de presas.

Puedes leer más sobre este gran animal marino aquí: Tiburón blanco.

A pesar de que este animal está generalmente muy infravalorado, y suele ser básicamente valorado porque aprovechamos su leche y carne, la vaca y el toro, presentan uno de los sentidos del olfato más desarrollados que podemos encontrar en la naturaleza, permitiéndole percibir información ambiental que los humanos no podemos ni imaginar.

Y es que la vaca tiene un órgano olfatorio accesorio llamado órgano vomeronasal, que es común al resto de mamíferos, incluyendo al ser humano, pero que en estos animales se encuentra especialmente desarrollado, lo que le ayuda a discriminar entre olores muy sutiles, como el estado reproductivo o incluso la salud de otros individuos. Además, la vaca se lleva la medalla de oro en cuanto a la distancia a la que son capaces de detectar olores, alcanzando hasta 10 kilómetros, lo que les sirve para reconocer a sus congéneres, encontrar fuentes de agua o alimento y evitar peligros.

En general todos los perros tienen muy buen olfato, pero los sabuesos son una raza que se caracteriza por tener un sentido del olfato más desarrollado. Esto se debe a que tienen más receptores olfativos que otras razas y a que, al igual que en el caso de las vacas, su órgano vomeronasal está más desarrollado que el del resto de sus congéneres caninos, lo que les permite detectar olores imperceptibles para los humanos. El olfato de los sabuesos les sirve para rastrear presas, personas o sustancias, y es una habilidad muy apreciada en diversas actividades como la caza, el rescate o la detección de drogas.

En este caso hablamos de un animal que confía en su olfato hasta el punto de ser su principal sentido para la supervivencia y orientación en el medio subterráneo.

El topo común tiene un olfato estereofónico, lo que significa que puede detectar la diferencia de intensidad de los olores en cada fosa nasal y así determinar la dirección de la fuente del olor. Esto le ayuda a localizar su alimento, que consiste principalmente en lombrices de tierra. Además, el olfato del topo también le permite percibir los cambios en la composición de la tierra y evitar posibles amenazas.

Se considera que los topos tienen tan buen olfato porque pueden utilizar esta habilidad de forma natural y rápida, sin necesidad de entrenamiento.

El kiwi es un ave no voladora que vive en Nueva Zelanda. Aunque existen diferentes especies de kiwi, todas tienen un sentido del olfato muy desarrollado que les permite encontrar su alimento a ciegas en la oscuridad. Para ello, esta ave introduce su pico en la tierra y se vale de las fosas nasales en la punta de su pico para detectar a sus posibles presas. Este insólito sentido del olfato le da al kiwi la capacidad de moverse a su antojo en la oscuridad.

En este otro artículo puedes conocer más sobre el Pájaro kiwi.

El sentido del olfato de los osos es uno de los más desarrollados del reino animal. Esto se debe a que tienen un bulbo olfativo muy grande y una nariz amplia que les permite captar e interpretar los olores con gran precisión. El olfato es el sentido más importante para los osos, ya que les ayuda a encontrar comida, detectar amenazas y comunicarse con otros osos.

Los osos son forrajeros carnívoros, lo que significa que prefieren buscar alimento que cazarlo. Su excelente olfato les permite localizar fuentes de comida como plantas, frutas, insectos, peces y mamíferos pequeños a grandes distancias. También les permite evitar a otros osos o depredadores que puedan competir o atacarlos. Además, los osos usan el olfato para reconocer a sus parejas, crías y rivales mediante el marcaje de su territorio con orina y heces. El olfato de los osos es tan bueno que puede verse afectado por factores como el viento, la humedad y la temperatura, que pueden alterar la dispersión y la intensidad de los olores. Por eso, los osos suelen moverse contra el viento para no perder el rastro de sus presas o enemigos. Por todo esto, el sentido del olfato de los osos es una de sus principales ventajas para sobrevivir y adaptarse a su entorno.

Las serpientes tienen un sentido del olfato muy desarrollado y peculiar, que les permite detectar las partículas químicas que hay en el aire y en el suelo. Para ello, utilizan su lengua bífida, que sacan y meten constantemente de su boca, y el órgano de Jacobson, que se encuentra debajo de la cavidad nasal y se conecta con el interior de la boca. Al introducir la lengua en la boca, las serpientes transfieren las partículas capturadas a los ductos del órgano de Jacobson, donde se procesan los olores. De esta forma, las serpientes pueden rastrear a sus presas, reconocer a sus congéneres y orientarse en el medio.

Los caballos utilizan su olfato para reconocer a otros caballos, a sus crías, a sus depredadores y a sus posibles parejas. También pueden detectar el agua, el alimento y las plantas tóxicas por su olor. El olfato de los caballos está relacionado con su comportamiento social de modo que los caballos se exhalan mutuamente para presentarse y mostrar su estado de ánimo. Cuando huelen algo que les interesa o les sorprende, levantan la cabeza y despejan los labios, activando el órgano vomeronasal que capta las feromonas. Además de todo esto, el olfato de los caballos es tan importante que puede influir en su bienestar y su rendimiento.

En este enlace puedes conocer más sobre el Caballo.

Las ratas tienen dos tipos de receptores olfativos: los receptores olfativos principales, que se encuentran en la cavidad nasal y detectan los olores del ambiente, y los receptores olfativos accesorios, que se encuentran en el órgano vomeronasal y detectan las feromonas de otros individuos. Estos receptores envían señales al cerebro, donde se procesan e interpretan. El olfato de las ratas les ayuda a encontrar comida, evitar depredadores, comunicarse con sus congéneres y orientarse en el espacio.

Dado que estos animales son fundamentalmente nocturnos, los sentidos del olfato y el oído son muy importantes para su supervivencia. Las polillas tienen unas antenas muy sensibles, que además están especialmente desarrolladas en los machos y que les permiten detectar las feromonas de sus posibles parejas a grandes distancias. También pueden oler las plantas que les sirven de alimento o de refugio y a sus posibles depredadores, aportándoles una mayor capacidad de supervivencia.

• Rata topo desnuda (Heterocephalus glaber)
• Lobo (Canis lupus)
• Delfín nariz de botella (Tursiops truncatus)
• Oso polar (Ursus maritimus)
• Cerdo doméstico (Sus scrofa domesticus)
• Gato doméstico (Felis catus)
• Hiena manchada (Crocuta crocuta)
• León africano (Panthera leo)
• Rinoceronte blanco (Ceratotherium simum)
• Gacela de Thomson (Eudorcas thomsonii)
• Hipopótamo común (Hippopotamus amphibius)
• Zorro rojo europeo (Vulpes vulpes)
• Guepardo africano (Acinonyx jubatus)

Si deseas leer más artículos parecidos a Animales con el mejor olfato, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Curiosidades de los animales.